28 octubre 2002

No es verdad (Jaque)

Era de noche. Podia haber sido cualquier noche, pero no, era una muy concreta, era en verdad “la noche”. Probablemente era una noche de un lunes, pero también podía ser de cualquier otro día y además, esto del lunes es también pasado. Aquel día probablemente (muy probablemente) comí una ensalada… pero de esto también hace casi un mes, por lo que podría haber sido que no hubiera comido tampoco una ensalada, sino cualquier otra cosa.

También era una noche de aquellas, que con cualquier movimiento de mi mano, me crujían los nudillos… tremendo. O no era ese día?... mmmh tal vez no, pero en cualquier caso me crujen los nudillos de mi mano con frecuencia. Tampoco sé si ese dia era de la mano derecha o de la izquierda… pero que importa.

A veces, en manuscritos (este no es el caso) se producen erratas que vienen al caso, aunque en este caso no sea el caso en el que conviene hablar del caso. (Sigo sin recordar si era lunes, por la noche).

También a veces, aparecen manchitas en las uñas de las manos que aunque no lo parezca, conviene saberlo, para no olvidar que hay cosas escondidas en los significados de las palabras, que pueden sorprenderte. (Tal vez las manchitas me las produjo el aliño).

No hemos de olvidar que según que palabras se las traen, tienen significados distintos de lo que indican y son realmente petulantes. Añadiendo la palabra a “parece”, conseguimos una expresión hiperbólica con que se da a entender la extrañeza o admiración que produce alguna cosa.

Y hay algunas de oficiosas, que se dicen para agradar o servir a uno. (U otro). De cualquier modo, hay de piadosas que ayudan a confundir lo necesario como para no atrapar la certeza de lo real. Bien usadas también ayudan.

Es una bola, con mucha trola, una gran volandera, un serio bulo, un tremendo embuste, una trápala, casi una embustería, un especial comento, una sorprendente chapuza, gran chapucería, acompañada de paparruchas, que forman un gran fraude, una verdadera falsedad, llena de supercherías y engaños, un embeleco, que es una engañifa, una farsa, una patraña y un cuento… hala!!!

Y en cualquier caso, se ha de recordar que hablamos de probablemente un lunes por la noche, en el que se comió una ensalada, me crujían los nudillos de una mano, en la que tenía unas manchitas en las uñas. Dia en el que había cometido erratas en el manuscrito. Me produjo una gran extrañeza tantas casualidades, que me impedían agradar a aquél a quien quería agradar.

Y todo esto son invenciones, ficciones y apariencias.

Vaya sarta de mentiras.

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