14 enero 2008

He observado fíjamente mi ventana.


He observado fijamente mi ventana
He visto las gotas de lluvia resbalar por los cristales
He entendido que la limpia superficie no permite
que nada perturbe su camino hasta la calle.

No quiero que nada enturbie su camino
No sugiero que no este sucio o tenga arrugas
No entiendo para nada que no sea sin obstáculos
Aunque me prevengo de no entorpecer al peregrino

Quiero firmemente que se oriente
Quiero de verdad que no vacile ni ahora ni en la vida.
No quiero que tropiece, no lo quiero en modo alguno
Quiero que aquello que proponga con pasión, aquello alcance.

No permitiré que nada se interponga
No vacilaré en apartar a manotazos aquello que lo enturbie
No dudaré en caminar un paso por delante y limpiar el territorio
No quiero que nada estropee el futuro de todo esto.

He luchado como un loco por lo que al fin tengo
No quiero que intencionadas y huecas palabras me lo arrebaten
Ha sido largo el camino ya andado
Y no quiero que lo cierto desdibuje lo sabio.

Y si uno piensa y diez empujan que sea así
Pero que el que piensa piense de verdad y sea honesto
Y que el que empuje y se lo cree se lo crea porque es sabio y cierto
Y no se deje llevar por lo que parece cierto y es incierto.

Quiero que todo siga avanzando,
No que el paso que está al frente sea un paso atrás
Ni que ejercitar la voluntad de uno se confunda por las consignas
Que la verdad está a veces donde no se mira.

He observado fijamente mi ventana
He visto las gotas de lluvia resbalar por los cristales
Y quiero que la limpia superficie no permita
que nada perturbe su camino hasta la calle.

14 de enero de 2008

No hay comentarios: