20 diciembre 2002

Tesoro (Jaque)

POR FAVOR… ¿ALGUIEN ME PUEDE EXPLICAR QUÉ SIGNIFICA TESORO?

Mis días eran, desde el primer momento ab-so-lu-ta-men-te iguales. Dormía de verdad muchas horas, aunque este concepto de límites y de tiempo, todavía no lo había asumido con toda su amplitud. Me quedaba un vago recuerdo de mi etapa anterior, que sin duda alguna era mucho mas descansada, y con muchos menos ruidos. De hecho, el primer instante de mi nuevo mundo, empezó con ruidos que hasta ese momento habían estado totalmente amortiguados. La sensación de estar arropado, era algo que de tenerla constantemente había pasado a tenerla muy de vez en cuando, acompañada de voces difíciles de comprender, y amplias sonrisas –no sé muy bien si burlonas o de otra clase- que se me dirigían sin piedad en cualquier descuido. Lo único que me ponía frenético era tener hambre y no tener nada cerca donde comer. De hecho, estuve muy pero que muy bien servido durante muchos meses.

Las novedades eran muchas. Cada día descubría nuevas sensaciones, nuevos olores, nuevos sonidos… todo era realmente impactante, ya que no recordaba tener conciencia alguna de estar aprendiendo nuevas cosas, y nada me recordaba ninguna cosa parecida anterior.

De hecho, eran tantas las novedades, que decidí por instinto fijarme en las mas cercanas. Aquellas, que significarían la mayoría de los sucesos mas habituales. Me descubría a mi mismo. Descubrí mis manos, mis brazos, que en las puntas de mis dedos había uñas… Descubrí incluso mi sexo, que irremediablemente sufría ciertas transformaciones, causadas todavía no sabía por qué. Descubrí otras manos, unos ojos que me miraban. Descubrí a distinguir entre las miradas. Algunas eran acogedoras, otras eran preguntonas, otras altivas. De hecho hay muchas clases de miradas. Pues en ese corto espacio de tiempo –el que dediqué a prender cosas cercanas- casi puedo afirmar que clasifiqué buena parte de todas las miradas.

Descubrí que aquellos sonidos, eran algo mas que sonidos, y que dependía del tono y la intensidad, eran mas amigables o menos, eran mas acogedoras o mas lejanas.

Aprendí a ver el entorno. Un entorno que habitualmente estaba limitado por unas paredes, y que mas allá de ellas había un límite. Que mi vida, realmente transcurría entre estas paredes y otras que estaban en largos recorridos en un cálido y acogedor espacio. Este límite era un techo de color azul claro. A veces, al cambiarme de lugar encontraba nuevos colores y nuevas sensaciones. Realmente conseguí notar los cambios de temperatura en todo el espacio que confirmaba que mi mundo era un habitáculo acogedor y seguro.

Mi capacidad de asombro era ilimitada, ya que notaba que estaba muy bien acompañado. Mi sensación de estar entre mi gente era única. No es fácil transmitir una sensación de seguridad ante lo conocido que significaba estar ahí, ya que era aquello que había reconocido como mío en mi investigación fruto de mi observación mas interesada.

Desde hoy, algo ha cambiado. Todo eran sonrisas y la gente de mi entorno estaba realmente ilusionada. Me han vestido con cuidado y al tiempo con un cierto frenesí, y todo el mundo estaba como muy nervioso. Parecía que íbamos a tener una gran sorpresa. Ahí estaba yo, esperando el qué de todo esto.

Realmente he de reconocer que al principio ha sido maravilloso. Hemos salido del habitáculo que ha sido mi mundo en todo el tiempo… que yo recuerde. Me han instalado en un vehículo que me abraza completamente y en el que quedo muy sujeto.

La temperatura ha ido cambiando por momentos. He comprendido el por qué de toda esta ropa de abrigo.

De pronto, además de las paredes, resulta que he descubierto algo inalcanzable de color azul ante mí… Es algo único, impresionante… inseguro… pero maravilloso. Acabo de descubrir que el mundo es muy grande!.

De hecho, creo que no habría llorado nunca, si no hubiera sido por la experiencia que ha significado sorprenderme con la existencia de una palabra y un dolor intenso en la mejilla. Me queda por aprender su significado, pero no debe ser nada bueno. Se me ha acercado alguien desconocido quien parecía reconocerme y cogiéndome con el pulgar y doblando el índice la mejilla, me ha gritado ¡¡¡¡¡¡¡TESOROOOOOO!!!!!!!.

Dios, que miedo.

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