Pocos cuentos, muchas lluvias,
deseos rotos, ilusiones a montañas,
el amor de los amigos,
el corazón de mi mujer.
La extraña sensación de las mañanas
lo mejor de cada día en pocas horas
compartir con ella los espacios
atrapando los minutos con las manos.
Construyendo nuestra vida a cada instante
recogiendo de sus labios las sonrisas
encontrándome sus pasos y su aroma
trabajando a fondo en las creencias.
Luchando bien unidos la locura,
peleando a campo abierto el infortunio
capeando los golpes a cada instante
defendiéndonos unidos contra todo.
Esperando la esperanza de a lo lejos
contemplando el horizonte sin ver nada
deseando simplemente pocas cosas
corazón con corazón teniendo retos
Retomando el camino cada día
levantándonos de todas las caídas
construyendo el horizonte desde el alba
abrazados sin importarnos el momento.
Amarnos cada día sin preguntas
sin traiciones ni mentiras que lo enturbien
manejando bien nuestro futuro
admirando cada día nuestra suerte.
2 comentarios:
Paseando por tu blog....con tu permiso.
Saludos.
Un poema muy bonito.
saludos desde PTB,
Jorge Juan
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